El “mexicano” que repartió la pizza en los Premios Óscar

El “mexicano” que repartió la pizza en los Premios Óscar

Se llama Edgar (sí, sin acento) y es propietario, junto con su hermano, de Big Mama’s & Papa’s Pizzeria, el establecimiento que saltó a la fama la noche de la entrega 86 de los Premios de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas que se otorgan en Hollywood cada final de febrero o principios de marzo.

Pero hubo versiones periodísticas decidieron hacer caso a los rumores de Twitter y publicar que el repartidor de pizzas, que entró al escenario del Teatro Dolby y llegó hasta sus primeras butacas, era de origen mexicano… Claro: un logro más para nosotros, pues no teníamos llenadera con los triunfos que nos regalaron Alfonso Cuarón, Emmanuel Lubezki y Lupita Nyong’o…

Según este post de Entertainment Weekly, Edgar se presentó en el programa diurno de Ellen DeGeneres, la anfitriona de la noche del domingo en el Teatro Dolby, y contó cómo fue la experiencia de hacer una aparición sorpresa y aparentemente nada planeada en televisión mundial ante (aproximadamente) 43 millones de personas, tan solo en Estados Unidos.

“Creo que le diste un trozo a Julia…”, recordó Ellen mientras Edgar, nervioso, contó que sí, y que ella es una de sus actrices favoritas desde hace años, “recuerdo que veía ‘Mujer Bonita’, cuando estaba en Moscú”, aseveró cabizbajo el pizzero. Un momento: ¿no es mexicano? Bah… sigamos, entonces.


“No, no me lo esperaba… Solo sabía que le entregaría las pizzas a los escritores” en el backstage de los premios, pero no contó con que le pidieran que esperara a que le dieran instrucciones, y que después saliera Ellen misma a pedirle que caminara detrás de ella hacia el escenario…

“Y de repente ahí estaba”, relató Edgar en The Ellen Show el lunes luego de su aparición en los Oscar, que fue el segundo momento más destacado de la noche, luego de que la misma anfitriona incitara la selfie más retuiteada en la historia de las redes sociales…


El dato curioso no tiene que ver con la historia de este pizzero que se volvió famoso en minutos (más nos tardamos nosotros en saber quién es, a dónde va al trabajo, qué hace, de donde viene, “y así”), sino con la apropiación de su nacionalidad… Me pregunto si Kenia o Nairobi tendrán titulares similares, pues Lupita Nyong’o es de allá, aunque nacida aquí, en México.


Lo que sí pasó fue que la transmisión de los Premios Oscar logró que más personas se conectaran a las redes sociales para ver el show de una forma más “moderna”, pues el show sentó las bases para que los eventos televisivos se apoyen más y más en las plataformas digitales (MTV tiene años haciéndolo, pero es “normal” tomando en cuenta su público objetivo; la NFL también lo hace con los playoffs y con el Súper Bowl, y los Golden Globes tuvieron un guiño en el discurso de las presentadoras de este año: “Netflix compite en una categoría grande y dentro de un año veremos nominado a Snapchat”, dijo Amy Poehler en el monólogo de inicio de la ceremonia de este 2014).

Los Premios Oscar se levantaron de un letargo que sus detractores dicen lo tienen sumidos en el fracaso de la creatividad, y aún hay coletazos de columnistas y especialistas en cine y televisión que detestaron la intervención de Ellen como anfitriona, pero los números no mienten: Nielsen publicará el martes por la tarde las cifras oficiales de la transmisión del domingo por la noche, pero un gran dato es que la foto que Ellen subió a su Twitter logró cerca de 3 millones de RT’s (y contando) y segundos después colapsó momentáneamente al servicio de microblogging durante al menos 20 minutos.

Como fuere, Ellen y Edgar hicieron una mancuerna que no solo puso de punta a los ejecutivos de Pepsi, sino que además logró que los conspiracionistas del marketing se alzaran en armas en contra de la naturaleza de la televisión: poner productos en su pantalla con el propósito de hacerlos famosos y exitosos.

¿Y en México? Ah sí: podemos dejar de decir que incluso el pizzero era mexicano, porque los logros de esos mexicanos son de ellos, no del conjunto que se trepó al tren del agandalle desde hace meses.